7 consejos para una recuperación completa y segura después del COVID-19.
Contrajo el COVID. ¿Qué debe hacer ahora? Vea a continuación en qué debe concentrarse durante las próximas semanas para mantenerse fuerte, física y mentalmente.
Todas las experiencias al lidiar con el COVID-19 tienen una cosa en común: la imprevisibilidad.
Algunas personas se recuperan rápidamente después de unos días de malestar, mientras que otras padecen síntomas persistentes durante semanas, o incluso meses, después de sufrir un cuadro grave con problemas respiratorios, náuseas, fiebre y fatiga. Los científicos aún siguen aprendiendo por qué el virus afecta a las personas de maneras tan rotundamente diferentes; pero hay algunas cosas que sí sabemos sobre qué puede afectar su recuperación.
"La rapidez o facilidad con la que se recupera del COVID-19 depende en parte de su estado de salud antes de contraer el virus", dice June M. McKoy, MD, geriatra internista y profesora asociada de la Facultad de Medicina Feinberg en la Universidad Northwestern. Esto se cumple con cualquier afección médica aguda grave, señala, sin embargo, en el caso del COVID-19, tener buena salud con pocas o ninguna afección médica no es una garantía de que la enfermedad y sus consecuencias sean leves en caso de contraer el virus.
Otro factor que incide en su recuperación es si estuvo hospitalizado.
"Desde antes del COVID, sabíamos que si le internan en la unidad de cuidados intensivos (UCI) durante un largo período de tiempo, dos semanas o más, el paciente sufre un desacondicionamiento físico", dice Christian Sandrock, MD, director de cuidados intensivos y profesor de medicina en UC Davis Health. Este desacondicionamiento (pérdida de la fuerza muscular y de la capacidad cardiovascular) ocurre en todos los grupos de edad, pero se acelera en los adultos mayores, señaló.
Según la Dra. McKoy, si pasó tiempo en la UCI con COVID-19, es posible que se beneficie con un programa de rehabilitación. Su médico puede ayudarle a determinar si esa es la decisión correcta para usted (hablaremos más sobre esto a continuación).
¿Qué hacer si no necesitó hospitalización? De todas formas es importante prestar mucha atención a su recuperación. Vea a continuación algunos aspectos en los que debe enfocarse en las próximas semanas.
1. Controle sus síntomas y reconozca las señales de alerta
Algunas personas que se enferman con el COVID-19 pueden padecer síntomas como fatiga, tos o dolor muscular durante meses después de contraer la enfermedad, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Esto hace difícil saber si realmente está en el proceso de recuperación.
Salto de página
"Puede sentir que los síntomas mejoran o empeoran ligeramente día a día en las semanas posteriores al COVID-19", dice el Dr. Sandrock. Eso es normal, pero hay algunas señales de alerta ante las cuales debe llamar a su médico de inmediato, tales como:
• Dolor o presión en el pecho
• Dificultad para respirar
• Fatiga tan intensa que le impide realizar sus actividades diarias
• Confusión reciente o prolongada
• Piel, labios o tejido debajo de las uñas pálidos, grisáceos o azulados, según el tono de piel
No dude en consultar con su médico si le preocupa o siente que empeora cualquier otro síntoma. "Siempre es mejor pecar de cauteloso", dice el Dr. Sandrock.
2. Pregúntele a su médico si en su caso es adecuado participar en un programa de rehabilitación
Aunque no haya requerido hospitalización, si sufrió una enfermedad prolongada (más de 10 días) o si se siente con mucha fatiga y sin aliento después de una actividad leve, como caminar, entonces es posible que un programa formal de rehabilitación sea la mejor forma de recuperar su resistencia de manera segura.
"Las personas que pasan por un programa de rehabilitación con ejercicios después de estar enfermas tienden a recuperarse más rápido", dice la Dra. McKoy. Ella recomienda la rehabilitación subaguda (SAR), un programa de hospitalización a corto plazo que a menudo incluye de una a tres horas de rehabilitación por día, al menos cinco días a la semana.
Medicare y los programas Medicare Advantage generalmente pagan este tipo de rehabilitación a corto plazo, pero la cobertura y los requisitos financieros varían, por lo que siempre consulte primero con su proveedor. Si no está cubierto, pregunte por una "exención del COVID", sugiere la Dra. McKoy. Algunas compañías de seguros hacen excepciones especiales y cubren servicios que normalmente no cubrirían, dice.
3. Espere un regreso lento y gradual a su rutina de ejercicios
Los ejercicios son un aspecto importante de la recuperación, señala la Dra. McKoy. Pero, durante un tiempo, su rutina será bien diferente de lo que solía ser antes de de enfermarse con el COVID.
"No piense que puede empezar a practicar con la misma intensidad con que lo hacía antes", dice McKoy. Comience lentamente y espere resultados graduales. Es mejor realizar actividades de baja intensidad, como caminar y practicar yoga o taichí, hasta que su cuerpo se acostumbre a los movimientos regulares y esté listo para incrementar el ritmo.
¿Cómo sabrá que está listo? "Controle cómo reacciona su cuerpo al movimiento", dice el Dr. Sandrock. Por ejemplo, si hace un tiempo era un desafío caminar o hacer yoga , pero ya no le demanda mucho esfuerzo, puede ser el momento de introducir ejercicios moderados, como entrenamiento de fuerza con el peso corporal , caminar a paso ligero o la elíptica.
Usar un dispositivo para rastrear su frecuencia cardíaca y el nivel de oxígeno también puede ayudarle a evaluar cuándo se está excediendo, dice el Dr. Sandrock. "Si nota que su frecuencia cardíaca aumenta o su nivel de oxígeno cae por debajo del 90 por ciento cuando está haciendo algo nuevo, eso es una señal de alerta de que su cuerpo está trabajando más duro de lo que debería y necesita reducir la intensidad".
Para ver más consejos, consulte nuestra guía para volver a hacer ejercicios de manera segura después del COVID-19.
4. Mantenga su cerebro activo
El proceso de recuperación del COVID-19 puede ser profundamente desmoralizador, apunta el Dr. Sandrock. Eso es especialmente cierto si usted era una persona activa antes y ahora tiene limitaciones, mientras se recupera.
El Dr. recomienda mantener la mente ocupada con juegos mentales, como crucigramas y sudoku, lo que le ayudaría a combatir la inquietud que pueda sentir y efectos secundarios comunes del COVID-19, como la niebla mental y la confusión.
Si no le gustan los juegos mentales, intente encontrar meditaciones guiadas gratuitas en línea o vea programas de televisión interactivos (programas de juegos como "Family Feud" y "The Price Is Right"). Los programas y películas que le traen recuerdos agradables o que le hagan reír también pueden ayudarle a evitar la niebla mental, dice la Dra. McKoy.
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5. Comuníquese con los amigos y seres queridos
"Los seres humanos necesitamos relacionarnos; lo anhelamos", apunta la Dra. McKoy. "Estar bien desde el punto de vista mental y cognitivo le ayudará a su bienestar físico".
Y lo mismo sucede en el sentido contrario. Una investigación publicada en Global Health Research and Policy muestra que el aislamiento social y la soledad son factores de riesgo importantes que inciden en una mala salud física y mental. "Esto podría afectar su progreso si se está recuperando del COVID-19", dice la Dra. McKoy.
Es más difícil relacionarse cuando se debe mantener el distanciamiento físico, pero las videollamadas con Zoom o FaceTime o las llamadas telefónicas regulares pueden marcar la diferencia en su estado de ánimo. Si no se siente cómodo usando Zoom, vea estos consejos y trucos para que sus llamadas sean fáciles y exitosas.
6. Nutra su cuerpo
Algunas personas con COVID-19 sienten náuseas, vómitos o pérdida del apetito, dice el Dr. Sandrock. Estos síntomas pueden impedirle ingerir todas las calorías, vitaminas y minerales que su cuerpo necesita para funcionar bien, lo que puede retrasar su recuperación.
No necesita hacer nada extraordinario: simplemente concéntrese en comer comidas regulares a lo largo del día que incluyan una amplia variedad de alimentos ricos en nutrientes, como frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos, carnes magras y pescado.
Y recuerde beber abundante agua. La hidratación juega un papel importante en la inmunidad y también puede ayudar a depurar los pulmones del exceso de mucosidad que puede haber quedado después de la enfermedad.
7. Priorice el reposo y la naturaleza
El sueño es esencial para ayudar a su cuerpo a recuperarse de cualquier enfermedad, incluido el COVID-19, dice la Dra. McKoy. Trate de dormir al menos siete horas cada noche, o más si es posible.
Además, intente salir al aire libre todos los días. Pasar tiempo al sol y disfrutar del aire libre estimula la salud y mejora el estado de ánimo, dice la Dra. McKoy, especialmente si ha estado sin salir durante mucho tiempo. Un creciente número de investigaciones muestra que pasar tiempo en la naturaleza puede aumentar el bienestar emocional, reducir el estrés y la ansiedad y mejorar la salud física al reducir la presión arterial y la tensión muscular.
Salga a caminar tranquilamente al aire libre para combinar los beneficios del aire fresco y del ejercicio. "Si puede caminar en un parque que tiene bancos, eso sería genial", recomienda la Dra. McKoy. "De esa manera, puede caminar un poco y luego descansar cuando se sienta fatigado y necesite un descanso".
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