5 frases comunes para hacer dieta que hay que dejar de usar

¿Esa voz en su cabeza que le hace sentir culpable por comer ciertos alimentos? Es hora de silenciarla.

A lo largo de la vida aprendemos muchos refranes comunes sobre la comida y nuestro cuerpo. Muchos de ellos pueden parecer inofensivos o incluso útiles. Pero el lenguaje es más complejo y poderoso de lo que la gente cree. Y cuando estos dichos se repiten una y otra vez, pueden afectar su relación con la comida, así como la relación con la alimentación de quienes le rodean (por supuesto, los nietos).

No se sienta culpable si el lenguaje de las dietas se ha incorporado a su vocabulario. Está en todas partes. Pero nunca es tarde para aprender por qué ciertos dichos populares pueden hacer más mal que bien. Aquí los mejores dietistas comparten cinco frases comunes, pero tóxicas, sobre las dietas que hay que evitar, y además cómo modificar su forma de pensar para promover una imagen corporal más saludable.

Frase tóxica sobre dietas #1: "¡Has perdido peso, te ves muy bien!"
A todos nos ha pasado. No ha visto a alguien durante mucho tiempo y está claro que ha perdido peso, así que su instinto bienintencionado es felicitarle por su cuerpo. Sin embargo, los expertos dicen que no es una buena idea.

"Nunca se sabe cómo alguien ha logrado perder peso", dice Brittany Crump, dietista registrada y propietaria de Savor Nutrition. “Es posible que una persona haya perdido peso debido a una enfermedad, una depresión o un trastorno alimentario. Halagar a alguien porque ha perdido peso, especialmente si está luchando contra desórdenes alimenticios, refuerza comportamientos poco saludables".

Además, muy pocas personas son capaces de mantener una pérdida de peso significativa a largo plazo. Un metaanálisis de 29 estudios sobre la pérdida de peso a largo plazo reveló que a los dos años de perder peso, más de la mitad lo recuperaba. Después de cinco años, se recuperaba más del 80 por ciento del peso perdido.

¿Por qué es relevante? Decirle a alguien que se ve muy bien después de haber perdido peso implica que antes no se veía bien. Puede que la persona se sienta bien al recibir el halago en el momento, pero si se encuentra entre la gran mayoría de las personas que recuperan el peso perdido en uno o dos años, recordar la reacción positiva a su cuerpo más delgado probablemente le hará sentirse peor.

Si se da cuenta de que el cuerpo de alguien ha cambiado, lo mejor que puede hacer es quedarse callado ya que su peso no le concierne.

Frase tóxica sobre dietas #2: "Me siento culpable de comer [insertar la comida aquí]"
Nos inundan con mensajes de que ciertos alimentos son "buenos" y otros "malos", pero los expertos dicen que esa no es una forma de pensar útil ni saludable.

"Cuando calificamos los alimentos como 'malos' y 'buenos', le atribuimos una carga emocional a esa decisión alimentaria", afirma Elizabeth Gunner, dietista registrada, oradora y escritora de la ciudad de Nueva York.

Si creemos que un determinado alimento es malo, tendemos a pensar que nosotros mismos somos malos por comerlo, lo que puede provocar una culpa y vergüenza innecesarias. Además, cuando nos decimos a nosotros mismos que no debemos comer algo, normalmente empezamos a pensar en ello y a desearlo aún más, dice Gunner. "Lo que finalmente se forma a partir de estos patrones de pensamiento son relaciones poco saludables y desordenadas con la comida".

Para evitarlo, no se reprima de comer lo que le gusta, a menos que tenga una alergia o una condición médica por las que algunos alimentos sean peligrosos. Si se siente culpable después de comer algo, está bien reconocerlo, pero luego piense en algo positivo o distráigase con otra cosa: llame a un amigo, lea un libro o salga a caminar. Con el tiempo, esto le ayudará a entrenar su cerebro para que siga adelante después de comer y se concentre en cosas que merecen más su energía.

Frase tóxica sobre dietas #3: "Estoy reservando mis calorías para después"
Si alguna vez ha restringido las calorías antes de una gran comida o pasó la semana anterior a una fiesta importante "vigilando lo que come" para compensar el festín que se avecina, puede que sea el momento de replantearse ese hábito. Este tipo de comportamiento no es saludable, dice Gunner.

"El principal problema que veo con esta frase contraproducente es que terminamos enseñándonos a no confiar en nuestro cuerpo y en los síntomas de hambre", agrega. Su cuerpo sabe muy bien qué cantidad de comida necesita. Cuando siente hambre, es una señal de que necesita comer. Pero cuando se ignora constantemente el rugido del estómago como una forma de "reservar calorías" para más tarde, se pierde el contacto con esos síntomas de hambre.

"Además de esto, cuando ‘se reservan calorías para más tarde’, a menudo llega hambriento a la hora de comer y tenderá a comer en exceso", dice Gunner. Está bien que haya cierta incoherencia en su alimentación diaria, puede que coma menos porque está muy ocupado, o más de lo habitual porque está estresado, o porque tenga menos apetito de lo normal sin ningún motivo. Pero, en general, lo mejor es procurar hacer comidas regulares y abundantes a lo largo del día para mantener los niveles de energía y el apetito constantes, dice Gunner.

Frase tóxica sobre dietas #4: "Me siento muy gordo"
"La grasa no es una sensación", dice Diana Mesa, dietista registrada y propietaria de En La Mesa Nutrition en Miami. Es por eso que recomienda a sus clientes a desafiar este pensamiento cuando surge.

"Normalmente cuando alguien dice que se siente gordo, lo dice porque ha comido en exceso, se ha vuelto menos activo o se siente inseguro sobre su imagen física y necesita validación ­—todos ellos son sentimientos y necesidades válidos", dice Mesa.

En lugar de decir o pensar "me siento muy gordo", intente ser más específico: ¿Qué es lo que siente realmente? ¿Por qué se siente mal por ello?

Por supuesto, esta afirmación va más allá de la semántica de que la grasa no es una sensación. También implica que la obesidad es intrínsecamente algo por lo que hay que sentirse mal, lo que no debería ser el caso. Si dice algo como esto cerca de personas cuyos cuerpos son más grandes que el suyo, es posible que se sientan insultados personalmente, aunque usted esté haciendo ese comentario sobre sí mismo. Todos tenemos cuerpos diferentes, y es posible que la gente esté sana con muchos pesos diferentes.

Frase tóxica sobre dietas #5: "Es mi día para saltarme la dieta"
Tal vez tenga un "día para saltarse la dieta" en el que coma alimentos que no puede comer en otras ocasiones. O tal vez no utilice explícitamente ese lenguaje, pero tienda a restringir lo que come durante ciertos períodos (digamos, los días de semana) y a darse los gustos en otros momentos (como el fin de semana). Esto puede parecer una forma de mantener el control de sus hábitos alimenticios, pero en realidad causa estragos en ellos.

"Los días para saltarse la dieta suelen estar asociados a los atracones de comidas que hemos estado restringiendo el resto de la semana", dice Mesa. "Esto es problemático por varias razones: en primer lugar, suele llevarnos a comer en exceso, haciéndonos sentir físicamente incómodos. En segundo lugar, ‘saltarse la dieta’ cuando estamos haciendo dieta genera sentimientos de culpa y vergüenza por romper las reglas".

No hay razón para sentirse culpable o avergonzado por disfrutar de la comida que a uno le gusta. No es saltarse la dieta; es agradable y normal. "Llamarle saltarse la dieta le quita la alegría a la experiencia y le suma un montón de sentimientos negativos que en realidad van en contra de nuestros objetivos de salud", dice Mesa. Es completamente posible incluir los alimentos que nos gustan como parte de una dieta nutritiva, sin necesidad de sentirse culpable.

Abandonar estas frases y adoptar un lenguaje más positivo puede llevar tiempo y puede ser más difícil para aquellos que tienen una relación especialmente poco saludable con la comida. (¿No está seguro? Responda este cuestionario para evaluar sus hábitos alimenticios). Si cree que es su caso, mantenga una conversación sincera con su médico. El médico puede ayudarle a determinar el mejor curso de acción y recomendarle un dietista o consejero especializado en problemas de alimentación para obtener apoyo adicional, si lo necesita.

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