Cecil Daniels
Cecil Daniels estaba "aburrido" y "cansado de lo que se había convertido en una actividad monónota": caminar y trotar en derredor de su vecindario. Así que desistió y comenzó a frecuentar la barbería local, donde él y sus amigos pasaban horas enteras sentados, parloteando y consumiendo comidas grasosas. Entonces, una llamada telefónica de un amigo estimuló conversaciones con otros de sus amigos en torno a la manera en que sus vidas habían cambiado desde que se jubilaron, lo cual llevó a Cecil a prometerles que les acompañaría tres días por semana para clases de SilverSneakers en el gimnasio. Se unió a SilverSneakers y desde entonces, no ha vuelto a mirar atrás. Más de tres años después, va al gimnasio cinco días por semana y dice que SilverSneakers "me ofrece algo muy especial y motivador".